¿Qué ver en Rabat? ¿Merece la pena visitar Rabat? ¿Cuántos días son necesarios? Las típicas dudas de antes de viajar… Aquí las resolveremos todas!
Empecemos con Rabat…
…es una ciudad moderna y cosmopolita sin grandes atracciones turísticas y por ello olvidada de muchos itinerarios por Marruecos.
Rabat es actualmente la capital política de Marruecos, aunque los negocios y el dinero se mueve en Casablanca (o Casa como le llaman los marroquíes).
Con Rabat completamos la visita de las 4 Ciudades Imperiales de Marruecos (Marrakech, Fez, Meknes y Rabat), que son o han sido en algún momento de su historia capital del país. La capital se trasladó por última vez desde Fez a Rabat con la llegada de los franceses en 1912.
Rabat es una de las 4 Ciudades Imperiales de Marruecos
No está en el radar turístico, ya que Marrakech y Fez están a la cabeza a nivel nacional y la zona norte, Tánger o Chefchauen son mucho más visitadas. Casablanca con su aeropuerto internacional incluso atrae a más turistas.
Pero Rabat tiene la ventaja de ser una buena muestra de la sociedad moderna marroquí, donde podemos experimentar la vida diaria actual.
Rabat es una ciudad relajada donde disfrutar de una mezcla cultural interesante.
Contenidos
- 8 Cosas que Hacer en Rabat
- 1- Recorre la Medina
- 2- La Torre de Hassan y Mausoleo de Mohammed V
- 3- Disfruta del mar en la Playa de Rabat
- 4- Viaja al pasado con las Ruinas de Chellah
- 5- Piérdete en la Kasbah de los Udayas
- 6- Cruza a la Ciudad vecina de Salé
- 7- Museo de Mohammed VI de Arte Contemporáneo
- 8- Vive la experiencia de un Hammam marroquí
- Dónde Dormir
- Transportes: Cómo llegar a Rabat
8 Cosas que Hacer en Rabat
En esta pequeña lista os presento los highlights de Rabat, o al menos lo que así me parecen.
La ciudad, pese a ser muy grande se puede ver en 1 día y disfrutar en 2 o 3 días.
1- Recorre la Medina
Como toda ciudad marroquí, la Media es la parte amurallada y antigua de la ciudad. En Rabat la Medina es totalmente diferente a la de Fez, Marrakech o Meknes.
Esta Medina se creó en el siglo XVII por los moriscos musulmanes expulsados por lo españoles de Al-Andalus. Unos 2,000 refugiados procedentes del pueblo Hornachos (Badajoz) se instalaron en la Medina y la Kasbah de los Udayas. Estos primeros moriscos atrajeron a otros 10,000 refugiados más formando así un pequeño núcleo de población.
En 1912, la ciudad de Rabat constaba únicamente la Medina amurallada cuando llegaron los franceses. Ahora son casi 600,000 habitantes.
A diferencia con la mayoría de medinas marroquíes, las calles son casi rectas, anchas y con calles principales y otras secundarias transversales. Todo es mucho más amplio y menos laberíntico.
Además como el porcentaje de viajeros en la Medina es muy bajo, las tiendas y los precios están orientadas para los locales. Por lo que encontrarás productos y servicios auténticos. Esto puede parecer obvio, pero en la Medina de Marrakech, hay un alto porcentaje de tiendas que sólo son para turistas.
Justo al cruzar la muralla, en la avenida Mohammed V (cerca de la parada de tranvía) se concentran un montón de puestos de comida. Especialmente por la tarde /noche (18-21h), donde se mezclan los olores de todo tipo de comidas.
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Mis recomendaciones: evita la carne o come pequeñas cantidades para ir acostumbrando al organismo y ver si te sienta bien en las siguientes 24h. Mi compañero de viaje estuvo malo con diarrea casi 3 días después de comernos un shawarma espectacular.
2- La Torre de Hassan y Mausoleo de Mohammed V
La mezquita de Hassan iba a ser la más grande del mundo en su época (siglo XI), pero como muchas obras faraónicas de este tipo, nunca llegó a concluirse. Ahora únicamente queda su minarete, que es conocido como “Torre de Hassan”.
La torre nunca fue terminada, debería haber tenido 80 metros, pero se quedó en los 44 metros actuales. Los 4 lados tienen una decoración diferente: 3 lados tienen un color rosado y el otro más grisáceo (debido a la brisa marina).
La construcción de esta torre coincidió en el tiempo con la Giralda de Sevilla. Se dejó de construir tras la muerte del sultán (1199) y fue saqueada en años posteriores. Además el terremoto de 1755 derribó lo que quedaba (el mismo que destruyó Lisboa).
Se calcula que Rabat debía tener 100,000 habitantes para sacar provecho de la capacidad de la mezquita. Algo que nunca sucedió. En 1600 cuando se ocupó Rabat, apenas contaba con 100 casas.
La torre es patrimonio de la UNESCO desde 2012.
La mezquita de Hassan hoy es una agradable plaza con 312 columnas. El tamaño es el doble de grande que la mezquita de Fez (con capacidad para 20,000 feligreses) y la más grande de Marruecos.
En la misma plaza encontramos el mausoleo de Mohammed V es un edificio de mármol blanco impoluto y techos verdes diseñado (paradójicamente) por un arquitecto coreano (1971). Este mausoleo está dedicado al abuelo y padre del actual monarca.
El interior es una sala con un féretro de mármol que se ve desde arriba en un balcón circular. A su alrededor decenas de banderas marroquíes y un imán leyendo el corán. ¿Lo tendrán 24h/7días?
El edificio está custodiado por guardias a caballo (con un cambio de guardia cada hora) y guardias a pie.
La entrada a la plaza así como al mausoleo es gratuita. La torre no se puede visitar.
Un poco más abajo encontrarás la plaza “16 de Noviembre” para memorar la vuelta de Mohammed V del exilio. Es un gran parque público con zonas verdes, bancos, etc
3- Disfruta del mar en la Playa de Rabat
Rabat es una ciudad costera con playas en la misma ciudad. Muy cerca de la Medina (5 min.), podemos disfrutar de un baño en el Océano Atlántico. Está justo detrás la Kasbah de los Udayas.
No es la mejor playa que vayas a encontrar en Marruecos, pero sí sirve para descansar y aliviar el calor en los meses de verano.
Tampoco es la mejor playa para hacer el surf, pero sí hay buenas olas de vez en cuando. En la playa podrás alquilar tablas de surf, así como kayaks, etc.
Es curioso el enorme cementerio que separa la Medina de la playa. Me pregunto cuánto tardarán en construir algún hotel o similar allí.
Si buscas mejores playas, se encuentran más al sur en Temara, como la “Plage de Temara” o “Plage de Skirat”.
4- Viaja al pasado con las Ruinas de Chellah
Esta necrópolis está situada a las afueras de la ciudad, pero a 45 minutos andando desde la Medina.
Esta pintoresca fortaleza fue utilizada primero por los fenicios (siglo III a.C), luego por los romanos y posteriormente a partir del siglo XII por los árabes.
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En toda la Chellah habitan una población de 75 nidos de cigüeñas que emiten su característico ruido y bastantes gatos que se agolpan en el estanque.
El Estanque de las Anguilas es bonito y con una curiosa historia (que te cuentan en los carteles). A esta fuente también ha llegado la moda de echar monedas tipo Fontana di Trevi en Roma. También llama la atención la casi selva tropical de los alrededores.
Todo el complejo cuenta con unos jardines muy frondosos, exóticos y poco autóctonos. Especialmente los últimos, te harán olvidar que estás en Marruecos con bananeras y otras flores tropicales.
A las puertas encontrarás un gran césped impoluto rodeando la muralla y una gran avenida sin apenas sombras que lleva a la Medina.
Se puede llegar andando fácilmente siguiendo la interminable avenida Mohammed V hasta el final. El autobús 8 recorre toda la avenida o también podrás preguntar y negociar precio a los taxis que esperan en la puerta.
La entrada son 70 Dh, pero en comparación con otras atracciones turísticas de Marruecos, esta es de las pocas que sí merece el precio. Es un recinto grande, cuidado y con carteles informativos en varios idiomas incluyendo el español. Si quieres indagar más en la historia de esta curiosa fortaleza, puedes leer su historia.
El Festival “Jazz au Chellah” que tiene lugar en septiembre en los jardines amurallados.
5- Piérdete en la Kasbah de los Udayas
Los Udayas era una minoría que se refugió sobre el siglo XI en esta pequeña zona amurallada. Más tarde (siglo XVII) se ocupó por los refugiados moriscos españoles que huyeron de Al-Andalus.
Esta Kasbah (o citadela) está en una situación inmejorable: a orillas del mar, cerca del río Bou Regreg y en una zona alta. Desde el siglo XI que se construyó, las casas han estado constantemente habitadas. Si quieres más info sobre los Udayas y la Kasbah
Pero estas sinuosas calles son conocidas por el color azul tan característico con el que están pintadas las paredes, ventanas, arcos y puertas. Es como una mini-ciudad azul en Rabat que recuerda mucho a la famosísima Chefchaouen.
Subiendo desde la playa de Rabat, atravesando la muralla de la fortaleza y subiendo las escaleras, se llega al interior de esta citadela tan colorida. Arriba un gran mirador (bastante abarrotado) ofrece vistas increíbles de la zona. Sentarse en el borde de la muralla mirando al mar con la ciudad de Salé enfrente no tiene precio.
En el interior puedes visitar el Museo de los Oudayas o los Jardines Andaluces, aunque lo mejor es dejarse perder por las calles estrechas y tomar tus mejores fotografías de Rabat!
La entrada a las Kasbah es libre y gratuita.
6- Cruza a la Ciudad vecina de Salé
Al otro lado del río Bou Regreg, está esta la otra ciudad o casi un barrio de Rabat, Salé , que ya casi están unidas en una. Actualmente es casi un barrio residencial, aunque con su medina, murallas y pórticos. Mucha gente vive allí, porque es más barato, pero vienen a trabajar a Rabat.
Salé es la quinta ciudad más grande de Marruecos
También destaca la extensa playa con vistas a la fortaleza de los Udayas y a la Torre de Hassan. Recientemente han rehabilitado una antigua cárcel utilizada para los esclavos piratas.
Salé fue famosa por sus piratas y corsarios hasta el siglo XVII cuando se unió a Marruecos. De hecho, en el siglo XVII existió la “República de Salé”.
Para cruzar se puede ir en barco, en tranvía, en coche o a pie. El barco (dhow) son barcas tradicionales impulsadas a remos. El precio es de 3 Dh cada trayecto (aunque a los turistas le quieren cobrar 5 Dh). Este era el único modo de cruzar antes de la construcción del puente Hassan II (2010).
7- Museo de Mohammed VI de Arte Contemporáneo
Este museo de reciente construción (2014) creo que merece la pena una parada de 30-60 minutos. Además la entrada es gratuita, y está de camino entre la Medina y la Chellah… así que no tienes excusa para no entrar!
Me llamó la atención, ver en la puerta del museo la escultura del caballo de Fernando Botero, un conocido artista de Medellín con un estilo tan propio y marcado (y que todavía vive!).
El edificio es bonito con muchos colores blancos e inspirado en la arquitectura tradicional marroquí.
Es interesante, que en todos los edificios públicos de Marruecos encontrarás una foto del Rey Mohammed VI con sus vestidos monárquicos tradicionales. En el museo, al ser de arte moderno, el monarca viste en la foto una camisa negra abierta y gafas de diseño.
Es un museo sin alto nivel artístico, pero que muestra los esfuerzos del gobierno de abrirse al mundo contemporáneo moderno y global. Y aunque sea a través del arte se espera superar barreras culturales.
Más info
8- Vive la experiencia de un Hammam marroquí
En toda visita a Un Hammam o baño turco es una actividad única. Rabat es una ciudad poco turística, así que es más fácil encontrar un Hammam auténtico y no afectado por el turismo occidental.
Nosotros fuimos al Hammam Marassa muy cerca de la Medina y todo fue espectacular. Además es económico, sólo gastamos unos 70 Dh por persona.
Lee mi otro artículo para saber más sobre Cómo funciona o Qué es un Hammam marroquí. (próximamente)
Dónde Dormir
Alquilamos una habitación en la Medina con Airbnb. Hay mucha variedad de ofertas y también ahorramos un poco.
La experiencia fue muy buena. Genial. Además de ser barato, el anfitrión nos ayudó con todo, nos indicó dónde ir y qué hacer y nos acompañó al Hammam.
Últimamente la opción de AirBnB está tomando mucha fuerza. Muchos alojamientos se ofertan a través de esta plataforma. Si no la conoces, aquí comento las ventajas e incovenientes. En general cuestan algo menos que los hoteles de Booking, y algunos son únicos!Ábrete una cuenta de Airbnb y aprovéchate del 10% de descuento en tu primera reserva! Nota importante: cuando ya hayas usado tu descuento, podrás hacerte otra cuenta a nombre de tu hermano, madre, padre, abuelos, amigo, familiar, etc y seguir disfrutando del descuento!
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Transportes: Cómo llegar a Rabat
TREN: desde/hacia Marrakech, Meknes, Fez, Casablanca o Casablanca Airport
Lo mejor es en tren. La infraestructura no tiene nada que envidiar a otros países europeos. Sí es verdad que no hay muchas líneas, pero las pocas que hay tendremos que aprovecharlas! 🙂
Los horarios y precios se puede mirar online en la web oficial ONCF.ma
«Rabat Ville» es la estación más cercana a la Medina y también más grande. No confundir con “Sale Ville”.
El transporte al aeropuerto de Casablanca en tren es bastante cómodo. Se hace 1 cambio en Casablanca Port/Voyageur. La parada del aeropuerto se llama «Aeroport MED V». El billete nos costó 90 Dh en segunda clase. Salen cada hora.
BUS: desde Chefchauen unas 6 horas y 120 Dh. En la web CTM encontrarás los horarios
Dentro de la ciudad
Las 2 líneas de tranvía sirven para moverse por la ciudad de norte a sur, aunque para el visitante no serán de mucha utilidad. Sirve para ir a Salé o Temara.
El billete 6 Dh y se compra en las máquinas.
Esto ha sido todo sobre nuestra estancia en Rabat, la próxima parada… Meknes!
Sigue viajando por Marruecos con los siguientes artículos: